INVASIÓN

R.M. Azkue

Cancionero Popular Vasco, 1920

        Por ver de conseguir una gama más extensa, encargué a un pastor de Aizkori un albogue de cañitas más largas, provistas de más número de agujeros. Nada sé de mi encargo. Tal vez debido a esta reducida extensión —sólo llega a la séptima— o tal vez por la invasión del antipático acordeón, más chillón que el albogue, más fácil de tocar y sobre todo menos fatigoso, lo cierto es que hay ya muy pocos albokaris. Su instrumento ya no despierta otros ecos que los que duermen en las estribaciones del Gorbea y Aizkorri.