DANTZAK IPARRALDEAN

Sebastian Mendiburu, 1765

        Y con la misma, y no con otra dice en el mismo parrafo de su censura, que no hay Clerigo, ni Fraile, ni Missionero, que hable con la rabia, que yo contra danzas. Sabe V.R. que hay Bascongados, no solo en Guipuzcoa, sino tambien en Francia, y Navarra (los demas son como si no lo fueran para mi, porque nunca los he tratado; pero por haver hecho tres missiones a la raia de Francia, a los Franceses, si; y estoi enterado de la conducta de sus Curas, y Missioneros, contra danzas, ó contra sus desordenes, que son los que todos reprehendemos en ellas). De los Franceses contaré un solo hecho, que arguie lo sobrado para mi intento; y es, que uno de los años pasados Curas, y Missioneros privaron de la Comunion pascual à unos mozos, que, aunque no danzaron, conduxeron tamboril para que danzassen otros, y el Agosto siguiente se hallaban aun sin haver cumplido con la Iglesia, segun me aseguró Ecl° fidedigno de aquellos contornos. Otros no tan apretantes destierran con sus exortaciones por años enteros sones, y danzas; y quando no logran esto, entran tarde en visperas, en la instruccion cathechistica, que a ellas se sigue, se detienen quanto quieren (acude alli à ambas cosas el pueblo) y ó no les dejan tiempo, ó les dejan mui poco para sus danzas. Y es de suponer, que alli las danzas son de otra especie (dígamoslo assi), y respecto de las suias llaman ellos hediondas (ciquiñac) à las de nuestro Pais.